CUERPOS Y ECOLOGÍAS SENSIBLES

SENSITIVE BODIES AND ECOLOGIES



  


Cochayuyos recolectados en Ventanas y resina - 2024




FOTOGRAFÍAS POR ÁLVARO MUÑOZ

Cochayuyos collected in Ventanas and resin - 2024

PHOTOGRAPHS BY ÁLVARO MUÑOZ






Fierros electropintados, resinas y arena de playa recolectada de Ventanas - 2024Electropainted iron, resins and beach sand collected from Ventanas - 2024

VENTANAS  

EDITORIAL CIZALLA





Editado por Cizalla ediciones

Copias 40 unidades - 2022

Carpeta contiene:
Pieza de resina de dimensiones variables  
Cuadernillo con material de proceso de obras
Láminas impresas en Risografía de las obras

FOTOGRAFÍAS DE PUBLICACIÓN POR ALFREDO MÉNDEZ
Edited by Cizalla editions

copies 40 units - 2022

Folder contains:
Resin piece of variable dimensions inside    
Booklet with construction process material 
Printed sheets in Risograph of the works  
PUBLICATION PHOTOGRAPHS BY ALFREDO MÉNDEZ 







Expuesto en:
Stgo Foto Feria (Chile) 2023-2024
Athens Art Book Fair (Grecia) 2024
Feria Migra - Feria de arte impresa (Argentina) 2023
Impresionante (Chile) 2022
Exhibition in:
Stgo Foto Fair (Chile) 2023-2024
Athens Art Book Fair (Grecia) 2024
Feria Migra - Printed art fair  (Argentina) 2023
Impresionante (Chile) 2022

POZAS

POOLS



Resina, arena de Ventanas y fierros
Medidas variables  - 2021

FOTOGRAFÍAS POR FELIPE UGALDE
Resin, Ventanas sand and iron
Variable measurements - 2021

PHOTOGRAPHS BY FELIPE UGALDE


CORRER LAS CORTINAS, ABRIR LAS VENTANAS    

DOWN THE CURTAINS, OPEN THE WINDOWS





TEXTO POR CÉLINE FERCOVIC                                                 El trabajo de Tarix Sepúlveda comienza y se desarrolla sobre una experiencia íntima que cruzó  gran parte de su infancia y, como suele suceder con las marcas biográficas, empalma con  fenómenos mucho más amplios. En este caso, ese fenómeno está ligado a decisiones políticas y  económicas impulsadas en Chile desde los años 50 en adelante. En concreto, la investigación y  obra que Tarix Sepúlveda ha producido durante lo últimos 5 años está directamente vinculado  al “Complejo Ventanas”, un sitio de parques industriales repleto de conflictos socioamientales,  pero también de pequeñas grandes historias locales narradas por sus operadores, por las y los  vecinos, por sus visitantes veraniegos quienes vivieron los sucesivos cambios paisajísticos de la  zona y experimentaron tanto una esperanza -casi orgullosa- por la modernización del sitio,  como los nocivos efectos sanitarios que desde los 90’s alarmaron a toda la población.  

Antes de ser denominada “Zona de sacrificio”, el tramo Quintero-Puchuncaví se vivió con  generación de empleos, con largos e impresionantes muelles, con rebosante estadía estival, con  “aguas calentitas” ⎯como la gente renombró una playa de Ventanas donde la industria devolvía  el agua tomada del mar para enfrías sus máquinas⎯. Las fotografías que Tarix conserva en su  archivo familiar son testimonio de este ambiente festivo donde comúnmente vemos grupos de  personas retratándose junto a las extrañas formas arquitectónicas que compusieron la  infraestructura de ese pasaje costero intervenido, de esta nueva naturaleza podríamos llamar.  

El encuentro entre experiencias difíciles de cohesionar son las que Tarix pone en diálogo. La  artista sigue jugando con arena sucia, sigue ⎯como lo hizo en su niñez⎯ armando estructuras  con el material que la propia playa entrega. En su recuerdo se mantienen vívidas esas imágenes  explosivas provenientes de las chimeneas de carbón durante las noches de verano, el brillo de  la arena mezclada con residuos industriales y las pieles broceadas con rastros de petróleo. 


Sin anteponer un juicio ético, sino un entendimiento más cálido y crudo, el proyecto de la  artista para Instituto Tele Arte rescata las subjetividades de una generación que convivió ⎯y  aún lo hace⎯ con un territorio rodeado de artificios, de gigantes máquinas y sus deshechos, y  de los placeres, dramas y catástrofes que de allí surgieron. Con estructuras de montaje  similares a los muelles industriales de las plantas, figuras de arena apelmazada recuperada  directamente de la playa de Ventanas, cochayuyos flotantes y registros familiares, Tarix recrea  un paisaje corrompido.  


Más allá o más acá del cambio climático y de lo que la COP diga o calle, la artista trabaja sobre  un recuerdo condensado en materiales. Hace poco a Tarix le preguntaron si era activista y si sus  obras planteaban temas ecológicos. Ella se rió. Se río no porque la pregunta haya sido arbitraría,  sino porque su interés está en la compresión de un fenómeno complejo donde muchas voces de  individuos anónimos conviven, y donde su labor no se limita a determinar qué es lo  políticamente correcto.  

Para Jens Andermann, es su libro “Tierra en Trance”, el paisaje es un proceso constante “entre  entorno e imagen que ensambla lo humano con lo no humano, es una construcción que no se  agota ni en el lugar físico al que designamos como paisaje ni en la representación que hacemos  de éste y en éste”. El paisaje, para el autor, tendría una función simultánea en donde imagen,  entorno y ensamble son parte de la misma ecuación.  

Si por ahí va la cosa, Tarix Sepúlveda expone un paisaje donde sus obras son la bisagra que  articulan una versión de este paisaje en pugna.





TEXT BY CÉLINE FERCOVIC                                             The work of Tarix Sepúlveda begins with an intimate experience that cuts sideways through an integral part of her childhood and, as it happens with biographical markers, connects to wider phenomena. In this case, the phenomenon is linked to political and economic decisions taken in Chile from the fifties onwards. In particular, the investigation and work that Tarix has produced during the last five years is directly connect to “Complejo Ventanas”, a complex of industrial parks fraught with socio-environmental conflicts, but also with stories, at the same time small and enormous, told by its operators, neighbors and summer residents who lived through successive changes in the local landscape and experienced -almost proud- hope at the site’s modernization and the harmful sanitary effects that since the nineties have alarmed the town’s population.

Before it was labeled a “sacrifice zone”, the Quintero-Puchuncaví area was alive with job positions, long and impressive piers and a summer season brimming with beach-goers and “hot waters”, the name people gave to Ventana’s beach, where the industries returned the water they took from the sea to cool their machines. The photographs Tarix preserves in her family’s archive are a testimony of this festive environment where groups of people used to have their picture taken in front of weird architectural shapes that became a part of this intervened coastal landscape or, as we might say, new nature.


Tarix develops a dialogue between experiences that are hard to bring together. The artist is still playing with dirty sand, she keeps –like she did in her childhood– building structures with the materials the beach itself is constantly offering. In her memory she keeps these vivid and explosive images of the coal chimneys during summer nights, the glow of sand mixed with industrial debris and tan skins with traces of oil.

Not putting forward an ethical judgement, but a warmer, rawer understanding, the project the artists proposed to Instituto Tele Arte rescues the subjectivities of a generation that lived –and still lives– in a territory surrounded by artifices, giant machinery and its waste, and the pleasures, dramas and catastrophes that came about there. Using assembling structures similar to those of the industrial docks, figures of compacted sand recovered directly from the beach of Ventanas, floating sea weeds and family records, Tarix recreates a corrupted landscape.

Closer or farther from climate change and whatever the COP might say or not say, the artist works with a memory condensed in materials. Not long ago Tarix was asked if she was an activist and if her work dealt with ecological issues, she just laughed. She didn’t laugh because the question was arbitrary, but because her interest lies in the compression of a complex phenomenon where the voices of many anonymous individuals coexist, and her labor is not limited to determine what is right and wrong.

For Jens Andermann, as he states his book Entranced Earth, the landscape is a constant process “between environment and image connecting human and non-human, it is a construction not exhausted in the physical place we designate as landscape nor in the representation we make of it or in it”. The landscape, for the author, would have a simultaneous function where image, surroundings and their connection, are a part of the same equation.

If this is the way it goes, Tarix Sepúlveda exposes a landscape where her work is the hinge articulating a version of this struggling landscape.



Fotografías, esculturas de fierro electropintado, resina
 y arena de Ventanas einstalación de cochayuyo con 
resina.

Medidas variables - 2021
FOTOGRAFÍAS POR FELIPE UGALDE

Photographs, electropainted iron sculptures, resin and sand from Ventanas and installation of cochayuyos with resin.

Variable Measurements - 2021
PHOTOGRAPHS BY FELIPE UGALDE

PARQUE INDUSTRIAL VENTANAS

VENTANAS INDUSTRIAL PARK




TEXTO DE SERGIO SOTO MAULÉN  El óbito del mar

i.
Los procesos químicos que permiten la fosilización habilitan la permanencia de las partículas presentes en la tierra. Cuerpos microscópicos, altos organismos que “resisten” al paso del tiempo. Esto, más que un relato sobre la nostalgia y la memoria es una reestructuración de paradigma de la muerte.

El agua del mar que choca con localidad de Ventanas en la quinta región de Chile está contaminada por las industrias que se concentran al borde de la playa. Es una contaminación silenciosa, atenuada por los acuerdos institucionales y económicos del sistema neoliberal. La playa resiste, y los veraneantes se enfrentan al cadáver reemplazado, fosilizado del mar y sus

sedimentos. Conchas, piedras, minerales ya no soportan el mar. En cambio, carbón, químicos y partículas contaminantes ocupan los espacios que alguna vez fueron paisaje del mundo marino.

Tarix iba a Ventanas todos los años hasta que cumplió 11.
Tarix dejó de ir a Ventanas porque el aire y el agua empobrecieron la ciudad.
Tarix este año fue a Ventanas a buscar arena para hacer arte de basuras.

ii.
El paradigma de la muerte deja de ser un drama estacional. Se convierte en una resistencia. Insisto en esta resistencia como duelo de la tragedia que no puede ser representada. Insisto en los objetos que pueden ser tratados como monumentos microscópicos. Acelerar el tiempo para alcanzar la distancia temporal que posibilita el homenaje y la contemplación de aquello que nos habitaba. 



TEXT BY SERGIO SOTO MAULÉN      The Sea´s Demise

i.
The chemical processes that allow fossilization make possible the permanence of the particles present in the soil. Microscopic bodies, high organisms that “resist” the passing of time. This, more than a story about nostalgia and memory, is a restructuration of death’s paradigm.

The sea water that touches the beaches of Ventanas in Chile’s fifth’s region is polluted by the industries on the shoreline. It’s a silent process, attenuated by institutional and economic agreements of the neoliberal system. The beach resists and each and every summer vacationers face the replaced and fossilized corpse of the beach and its sediments. Shells, stones, minerals can’t take the sea anymore, chemical substances, polluting particles and coal have taken the place they once had in the oceanic landscape.

Tarix went to Ventanas each year until she was eleven years old.
Tarix stopped going to Ventanas because the air and the sea impoverished the city.
This year Tarix went to Ventanas to look for sand to make art with garbage.

ii.
The paradigm of death ceases to be a seasonal drama, it becomes resistance. I insist in this resistance as a mourning of the tragedy that can’t be represented. I insist in the objects that can be treated as microscopic monuments. Accelerate time to breach the distance in time that allows the homage and contemplation of what used to inhabit us.




Resina, arena de playa y fierros

22 cm x 22 cm x 78 cm c/u - 2020

Parte de la colección  de arte contemporáneo del Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio de Chile. Mas info: https://www.cultura.gob.cl/coleccionarte/tarix-sepulveda-galleguillos/
Resin, Ventanas beach sand and iron

22 cm x 22 cm x 78 cm each - 2020

Part of the contemporary art collection of the Ministry of Cultures, Art and Heritage of Chile More info: https://www.cultura.gob.cl/coleccionarte/tarix-sepulveda-galleguillos/





REPRESENTACIÓN DE UN CLARISTORIO 

REPRESENTATION OF A CLARESTORY




Acero inoxidable, acrílico y  hormigón armado
50 cm x 100 cm x 160 cm - 2019

FOTOGRAFÍAS POR SEBASTIÁN MEJÍAS 
Stainless steel, acrylic and concrete
50cm x 100cm x 160cm - 2019

PHOTOGRAPHS BY SEBASTIÁN MEJÍAS
 

0BJETOS ELLEGIDOS

CHOSEN OBJECTS




Los objetos religiosos tienen una singularidad poseen una forma y un uso similar al de otros dispositivos usados con regularidad por las personas: reclinatorios, figuras, figurines, sillas, bancas y habitáculos, vasijas, copas. Poseen una estructura constructiva y material en muchos casos igual a aquellos dispositivos mundanos, sin embargo en su régimen estos objetos adquieren una condición sublimada hasta el extremo; se cargan de un intangible que los excede sin límite. Son cuerpos poseídos, no caen, no se someten a las leyes de la gravedad, están por sobre el uso y ocupan de lo trasunto hacen evidente el conflicto entre la realidad material del uso en su sentido práctico y la realidad material del uso en su sentido simbólico. Así el púlpito de la iglesia “no posee” el mismo “peso” que el pódium, a pesar de compartir la misma estructura formal.

Los objetos en la mayoría de los casos responden a una relación con el cuerpo, esto quiere decir que el cuerpo se comporta como una unidad de medida simbólica y unidad de medida física, decimos simbólica pues los objetos han adquirido el valor del signo y toda su permeabilidad y decimos física pues dependen de su capacidad de soportar o de ser soportados por el cuerpo. Así uno podría dividir los objetos en un primer orden entre mayores y menores, por mayores entendemos aquellos que soportan el cuerpo y por menores aquellos que son soportados por el cuerpo. Esta distinción ordena el mundo de los objetos y los inscribe en conjuntos que no dejan nada para la exclusión, a pesar de que algunos puedan pertenecer a ambos conjuntos. Para lo religioso esta condición física no afecta el valor simbólico del objeto, así el tamaño o la escala son impermeables a la carga de fe que posean los objetos, damos por hecho que una cruz diminuta que llevamos colgando en el pecho posee la misma “cantidad” de fe que el Cristo redentor que cobija la ciudad de río de janeiro y que por cuyo interior pueden transitar masas humanas.

Extractos de tesis “EL GOBIERNO DE LOS OBJETOS: LA COMUNIDAD DE LOS ELEGIDOS”. Para optar el título de Magíster en Artes Visuales, Universidad de Chile.

Estas obras son parte de una investigación de objetos religiosos que culminó en esta tesis el año 2013.



Religious objects have a singularity, they have a shape and a similar use to thar of other devices regularly used by people: reclining chairs, figures, figurines, chairs, benches, living spaces, vases, cups. The have a constructive and a material structure that in many cases is equal to that of mundane objects, nevertheless in their regime these objects acquire an extremely ennobled condition; they are imbued with an intangible condition that exceeds them. Their bodies are possessed, they don’t fall, they are not subjected to the law of gravity, they are above use and they evince the conflict between the material reality of use in its practical sense and the material reality of use in its symbolic sense. Thus, the pulpit of a church “doesn’t have” the same “weight” a podium has, even though they share the same formal structure.

In most cases objects respond to a connection with the body, this means that the body behaves as symbolic measuring unit and a physical measuring unit. We use the word ‘symbolic’ because the objects have acquired the value of the sign and all of its permeability and the word ‘physical’ because they depend of their ability to support or be supported by the body. Thus, we could classify objects into major objects and minor objects. By mayor objects we understand those that support the body and by minor objects the kind that is supported by the body. This distinction orders the world of objects by inscribing them in groups that don’t exclude from the world of meaning, even though some objects can belong to two groups. For the religious this physical condition does not affect the symbolic value of the object, thus the size or scale are impermeable to the amount of faith charging the objects, we take for a fact that a miniature cross we hang from our necks is charged by the same “amount” of faith that charges the Cristo Redentor watching over the city of Rio de Janeiro a figure whose insides can be toured by human masses.

Fragment of the thesis “The Rule of Objects: The Community of the Chosen Ones”. MA in Visual Arts, Universidad de Chile.

This pieces are part of an investigation of religious objects that culminated in this thesis during 2013.




Imagen 1: Madera y Tela de terciopelo de seda  - 2010
Imagen 2 y 3: Acrilico y fierros - 2013


IMAGEN 2 Y 3: FOTOGRAFÍAS POR FELIPE UGALDE
Image 1:Wood and silk velvet fabric - 2010
Image 2 and 3:Acrylic and irons - 2013

IMAGE 2 AND 3: PHOTOGRHS BY FELIPE UGALDE