0BJETOS ELLEGIDOS

CHOSEN OBJECTS




Los objetos religiosos tienen una singularidad poseen una forma y un uso similar al de otros dispositivos usados con regularidad por las personas: reclinatorios, figuras, figurines, sillas, bancas y habitáculos, vasijas, copas. Poseen una estructura constructiva y material en muchos casos igual a aquellos dispositivos mundanos, sin embargo en su régimen estos objetos adquieren una condición sublimada hasta el extremo; se cargan de un intangible que los excede sin límite. Son cuerpos poseídos, no caen, no se someten a las leyes de la gravedad, están por sobre el uso y ocupan de lo trasunto hacen evidente el conflicto entre la realidad material del uso en su sentido práctico y la realidad material del uso en su sentido simbólico. Así el púlpito de la iglesia “no posee” el mismo “peso” que el pódium, a pesar de compartir la misma estructura formal.

Los objetos en la mayoría de los casos responden a una relación con el cuerpo, esto quiere decir que el cuerpo se comporta como una unidad de medida simbólica y unidad de medida física, decimos simbólica pues los objetos han adquirido el valor del signo y toda su permeabilidad y decimos física pues dependen de su capacidad de soportar o de ser soportados por el cuerpo. Así uno podría dividir los objetos en un primer orden entre mayores y menores, por mayores entendemos aquellos que soportan el cuerpo y por menores aquellos que son soportados por el cuerpo. Esta distinción ordena el mundo de los objetos y los inscribe en conjuntos que no dejan nada para la exclusión, a pesar de que algunos puedan pertenecer a ambos conjuntos. Para lo religioso esta condición física no afecta el valor simbólico del objeto, así el tamaño o la escala son impermeables a la carga de fe que posean los objetos, damos por hecho que una cruz diminuta que llevamos colgando en el pecho posee la misma “cantidad” de fe que el Cristo redentor que cobija la ciudad de río de janeiro y que por cuyo interior pueden transitar masas humanas.

Extractos de tesis “EL GOBIERNO DE LOS OBJETOS: LA COMUNIDAD DE LOS ELEGIDOS”. Para optar el título de Magíster en Artes Visuales, Universidad de Chile.

Estas obras son parte de una investigación de objetos religiosos que culminó en esta tesis el año 2013.



Religious objects have a singularity, they have a shape and a similar use to thar of other devices regularly used by people: reclining chairs, figures, figurines, chairs, benches, living spaces, vases, cups. The have a constructive and a material structure that in many cases is equal to that of mundane objects, nevertheless in their regime these objects acquire an extremely ennobled condition; they are imbued with an intangible condition that exceeds them. Their bodies are possessed, they don’t fall, they are not subjected to the law of gravity, they are above use and they evince the conflict between the material reality of use in its practical sense and the material reality of use in its symbolic sense. Thus, the pulpit of a church “doesn’t have” the same “weight” a podium has, even though they share the same formal structure.

In most cases objects respond to a connection with the body, this means that the body behaves as symbolic measuring unit and a physical measuring unit. We use the word ‘symbolic’ because the objects have acquired the value of the sign and all of its permeability and the word ‘physical’ because they depend of their ability to support or be supported by the body. Thus, we could classify objects into major objects and minor objects. By mayor objects we understand those that support the body and by minor objects the kind that is supported by the body. This distinction orders the world of objects by inscribing them in groups that don’t exclude from the world of meaning, even though some objects can belong to two groups. For the religious this physical condition does not affect the symbolic value of the object, thus the size or scale are impermeable to the amount of faith charging the objects, we take for a fact that a miniature cross we hang from our necks is charged by the same “amount” of faith that charges the Cristo Redentor watching over the city of Rio de Janeiro a figure whose insides can be toured by human masses.

Fragment of the thesis “The Rule of Objects: The Community of the Chosen Ones”. MA in Visual Arts, Universidad de Chile.

This pieces are part of an investigation of religious objects that culminated in this thesis during 2013.




Imagen 1: Madera y Tela de terciopelo de seda  - 2010
Imagen 2 y 3: Acrilico y fierros - 2013


IMAGEN 2 Y 3: FOTOGRAFÍAS POR FELIPE UGALDE
Image 1:Wood and silk velvet fabric - 2010
Image 2 and 3:Acrylic and irons - 2013

IMAGE 2 AND 3: PHOTOGRHS BY FELIPE UGALDE